Alfonso Del Olmo. Con la tecnología de Blogger.

jueves, 5 de enero de 2017

El mensaje de otros mundos.





Aquel día la fotografía era la de un despacho, el despacho más importante del mundo editorial en castellano, la gran editorial Planeta. Nunca nadie había llegado con un encargo tan extraño. Llega una persona de amplio bagaje intelectual, un historiador de la guerra civil española, el más reconocido e importante de parte del lado republicano. Llega con una historia que le ha pasado en primera persona, 253 folios y la obra más increíble jamás publicada. "Si publicamos esto hundes tu carrera de tantos años" decían, Eduardo Pons Prades respondía, dando un manotazo en la mesa: "Pero lo que hay aquí es más importante que mi carrera". Un libro, hoy inencontrable, de título, "El Mensaje de Otros Mundos", autor Pons Prades, año 1982, tenía en su portada azulada las letras con el contenido del libro: "El testimonio excepcional de una experiencia única. Siete horas a bordo de una nave espacial extraterrestre".

Con esta introducción, un día como hoy hace ya 4 años, la noche mágica de reyes, escuchaba yo bajo la oscuridad de mi cuarto, a las 1 y media de la madrugada, aquel programa de radio que jamás olvidaría, un "regalo" misterioso que quiso hacer Iker Jiménez, acompañado del gran Javier Sierra contando el caso más increíble  y que más me ha impresionado, una historia única y mítica. Siete horas a bordo de una nave espacial extraterrestre.

Eduardo Pons Prades antes de publicar este ejemplar publicó uno llamado, "Las guerrillas españolas 1936-1960". Para escribir este libro, Pons Prades tuvo que recorrer más de 20.000 km, entrevistado a más de 3.000 personas y visitando 742 pequeños pueblos dónde en algunos de ellos pasó verdadero terror. Eduardo Pons Prades fue el más reconocido de la historia de la república, un pasado ligado a la guerra y al sufrimiento, fue sargento mayor de ametralladoras... Empieza a publicar textos que años atrás eran prohibidos, y un hombre ultra racionalista, materialista y escéptico. Criticaba a la religión y todo lo que tenía que ver con creencias con lo trascendente debido a su educación. Fue criticado por escribir lo que escribía, él no accedía a documentos históricos para hacer un libro, preguntaba a las víctimas, a los que sufrieron lo que le hacía tener un perfil de escritor único. Escribió también sobre los represaliados republicanos y un sin fin de cosas relacionadas con aquellos sucesos históricos. El hijo del materialismo absoluto que un día se encontró con lo imposible.

Rafael Borrás, en aquel despacho de la editorial más importante de España, se quedó perplejo a ver que el historiador prestigioso como era Eduardo Pons Prades, contando una historia de ovnis, extraterrestres y un mensaje de otros mundos, y a pesar de que no se atrevía a hacerle el contrato, al final decidieron publicarlo. Siguió publicando otros libros hasta su muerte en 2007, pero a este libro, El Mensaje de Otros Mundos, le invadió el silencio.

Contaba Eduardo Pons Prades en su libro, El Mensaje de Otros Mundos que bajando de Francia, en plena noche, por alguna razón que él nunca supo explicar se desvió de su trayecto, se metió en una carrera secundaria y en una curva tuerce por un camino forestal donde el coche se le para. Sale del coche, da una vuelta y vuelve. Se encontraba en un bosque, al otro lado de unos árboles había un claro dónde algo se ilumina. Algo le espera, él no tiene miedo por su educación sino que tiene curiosidad y va a ver aquello. Observa una especie de vehículo, una nave espacial iluminada, se abre una rampa, al final de ella se ve a un ser y escucha "No temas, sube a nuestra nave, queremos hablar contigo". Él, con toda la naturalidad del mundo sube, y empieza a observar aquello. Grandes pantallas, cosas que parecen los modernos ipad. Dentro había otros 6 seres y empiezan a conversar. Había sido elegido para mandar un mensaje y le colocan una especie de casco donde le iban a proyectar imágenes. En ello, comienza una conversación, un diálogo sobre cosas sociales, cómo son las familias, otros planetas... no hay preguntas científicas como los sistemas de propulsión de la nave.

El mensaje que tenía que dar Eduardo Pons Prades a la humanidad, si perseveran en enviar naves humanas al espacio con fines armamentísticos ellos tendrían que actuar, nunca habían visto algo parecido en ningún otro planeta de los que ellos controlan, nadie manda armas de destrucción masiva al espacio. Podrían incluso, en palabras textuales, congelar la vida en la Tierra.

"¿Volveremos a vernos?" preguntó Eduardo con gran lástima después de haberse sido negada la posibilidad de llevarle con ellos en aquella nave. "Es muy posible" contestaron ellos. Sin embargo nunca volvió a verlos. Pons Prades, al día siguiente fue a ver al psiquiatra. En su apta, el psiquiatra puso que no había ningún problema mental, pero sí un fuerte schock emocional. Volvió al lugar del encuentro, todos los años con cierta pena, y nostalgia. Estás cavando tu propia tumba, dijeron en la editorial, pero aquello era más importante. Hasta el último día de su muerte mantuvo que aquello lo vivió de verdad, no era una novela ni un cuento, fue algo que le pasó a él en primera persona.

El libro publicado en 1982, meses después del encuentro, tuvo tan sólo una edición y se forzó a no volver a publicarlo más. Siguió publicando libros, el último, españoles en los campos de concentración, es una maravilla de libro, con casi 80 años que un hombre escriba de esa manera no es algo que lo haga alguien que no está bien.

Un día como hoy, hace ya 4 años, lo contaba Iker Jiménez y Javier Sierra, aquel regalo que quisieron dar, el eterno milenio 3, la magia de la radio y la magia del día de reyes. Un caso único como ninguno, impresionante. Está escrito, nadie sabe lo que le pasó aquel día a un hombre, que no era joven, en el año 1981, Eduardo Pons Prades tenía 60 años. Ningún abducido había tenido un perfil como este, el historiador escéptico. Un caso curioso, impresionante y nunca visto. Yo he contado la verdad, el contenido de ese libro, la historia de su autor. Y lo que cuenta Eduardo Pons Prades en este libro parece pura fantasía, pero mantuvo hasta el último de sus días que eso lo vivió él. Sean verdaderos extraterrestres o no, lo que acabo de relatar como he podido no deja de ser algo impresionante, y real, porque es real que Pons Prades llegó al despacho de la editorial planeta donde ya había publicado varios libros, lo cuenta el propio Rafael Borrás que era alguien que sabía mucho de libros, encargado de su publicación, el hombre que le dijo aquello de "Si publicamos esto hundes tu carrera".


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