La Roja. Historia de un Sueño (1). "La final no se juega, se gana".

Aquellos aburridos partidos de fútbol de una selección española que tan solo ganó una Eurocopa en el 1964 y a saber como. Partidos aburridos que no eran aburridos, solo que a un niño de unos 6 años le gustaban mas los dibujos y se enfada con su padre por poner el fútbol.

Pero eso iba a cambiar un día cuando tenía 9 años. Cuartos de final de la Eurocopa 2008, España se enfrentaba a la campeona del mundo, la gran Italia, el gran Buffon, mejor portero del mundo. En el frente la Roja, los jóvenes bajitos que había llevado Luís Aragonés, "está loco, ¿que vamos a hacer con Iniesta, Cesc, Cazorla, Silva...? Los bajitos... El muy niño Torres, el joven Iker...

A mi que me gustaba tanto Iker Casillas, el mejor siempre, mi referente e ídolo desde muy chico. Gianluigi Buffon, como no me iba a gustar el que era en aquel momento el Mejor Portero del Mundo. La selección de Italia, que siempre me ha gustado mucho, grandes jugadores, la Italia de Cannavaro...

Solo me acuerdo de aquella tanda de penaltis, de los que paró Casillas, de los que paró Buffon, el que metió Cesc Fábregas, con 21 años, con todo un país a sus espaldas, sabiendo que si metía pasaban ganaban, que si fallaba podrían perder. Detrás, todo un país muy atento, paralizado, esperando una alegría que no tardó en llegar. 5 segundos eternos mientras tira su penalti, sabiendo que el portero de Italia se iba a tirar antes pero convencido por donde y como lo va a tirar.

Para mí el héroe aquella noche no fue Cesc, no fue el que metió el último penalti, sino que el héroe aquella noche fue "El Santo", el gran Iker que destronó al gigante Italiano como mejor portero del mundo.

Aquella noche, España derrotó a la campeona del Mundo, a la gran Italia, derrotaron a la maldición maldita de los cuartos de final, aquella maldición de yo nunca he conocido.

Esta historia acabó bien, de las semifinales contra Rusia no me acuerdo ni se lo que pasó. La final contra Alemania si, por que lo vi entero, el gol de Torres, 18 minutos tras las 9 de la noche, el nombre de aquel portero que siempre lo recordaré, Lehmann, aquel gol que nos dio la Eurocopa.

Aquello le dio una alegra a todo un país, a toda España. Aquella ilusión de un niño de 9 años que aun no se daba cuenta de lo grande que era aquello. Siempre recordaré esos nombres, el gran entrenador Luís Aragonés (que en Paz Descanse), aquella frase: "La final no se juega, se gana".  Y mi sueño inolvidable con 9 años, nunca olvidaría aquel año. No lo sabía en aquel momento, pero aquello tan solo fue el principio de un sueño aún mas grande.

El sueño imposible.

Iba en aquel avión. Un boeing 737. Me acordaría de ese nombre por que me fijé en la parte de atrás del asiento que tenía delante, recordaría cuál era el avión en que me monté, en el que volé y en el que salí de España, por primera vez, por que me gustaban los aviones. Tenía 13 años, iba camino a Dinamarca de intercambio. El despegue fue muy emocionante, al ser mi primera vez y mi afición por lo aviones hacía que con todo eso yo me quedara alucinado, pero luego el viaje ya se hacía más aburrido. Yo, que me sentaba en el asiento ni del pasillo ni de la ventana, en medio, me puse a escuchar música, el Mago de Oz, y empezaba a quedarme medio dormido, quería despertarme en tierra danesa.

En mitad del viaje, sobrevolando Los Alpes franceses, se empieza a escuchar la alarma que avisaba sobre la poca distancia sobre el suelo... No sabía que pensar, que hacer. En esos momentos, empecé a recordar...

...esos bailes que me hacía con tres años. Como subido a los hombros de mi padre hacía como que conducía. Esos bizcochos tan buenos de mi madre. Como me gustaba jugar con el barro, con la tierra, con el agua, ponerme perdido y los enfados de mi madre...
...Como aprendí a montar en bici, y esos primeros porrazos, pero que te tenías que levantar para seguir adelante, con aquella bici, aunque te cayeras otra vez. El mítico regalo de reyes, un scalextric con los míticos coches de fórmula 1 de esos tiempos, el Ferrari de Schumacher y el Renault de Fernando Alonso...
... Mi primer día de instituto, solo y perdido. El como y por qué estaba en aquel avión. Casi tres años antes, preparandome y soñando con este día. En el mismo momento que dijeron de ir a un viaje a Dinamarca de intercambio no me lo pensé mucho, sabía que iba a ir...

...la última sonrisa, el último adiós de mis padres, de Cristina, aquel "pásatelo bien, nos vemos pronto". Como llegué al aeropuerto, flipando con las máquinas tan grandes, tan asombrosas, tan increíbles que son los aviones. Estaba soñando que pisaba Dinamarca cuando esas malditas alarmas empezaron a sonar. Solo quería viajar... ya no sabía si el suelo se acercaba a nosotros o nosotros al suelo...

Entonces me desperté, sobresaltado por el sueño tan terrible. Iba a ir a Dinamarca en unos pocos meses... Aún inquieto y un poco nervioso, bajé las escaleras para desayunar como todos los días, y allí estaba mi padre, viendo las noticias... "Estrellado un avión en Los Alpes camino a Dinamarca... 150 fallecidos, entre ellos alumnos de intercambio".